Louise Bourgeois

 Louise Bourgeois

 7 en la cama

 Be calm

 San Sebastian

 Mamá

 

 El arco de la histeria

Hace casi dos años que murió Louise Bourgeois, una de las artistas que más me gustan, me emocionan, me hacen pensar y sentir. Una artista del tiempo de las vanguardias que fué mucho más allá. Conoció en París a los artistas surrealistas que le parecieron un grupo de hombres que se miraban el ombligo; ella partió de sí, de su experiencia, de su familia, comerciantes de telas, con las que ella trabajó para hacer esculturas, cuerpos de mujeres, desnudas, embarazadas. Indagó en su sexualidad, en las relaciones familiares, en el placer, el dolor y la rabia. Especialmente en su relación con su madre, a la que representó como una gran araña:

"La amiga (la araña, ¿por qué la araña?), porque mi mejor amiga fue mi madre, que era cuidadosa, lista, paciente, dulce, razonable, primorosa, sutil, indispensable, pulcra y útil como una araña. También sabía defenderme a mi y a sí misma. Nunca me cansaré de representarla".
  

Cada vez que vuelvo a ver una obra suya aprendo y me emociono.